El lugar donde estaré es oriente de Ecuador, en la selva amazónica... al lado del río Chiripuno y cerca de una de las comunidades indígenas de los Huaorani.
En la actualidad hay alrededor de 3000 Huaorani, repartidos en 38 o 39 comunidades, yo estaré en la Huaorani de Ñoneno...
Antes del viaje para acá leí un par de libros sobre mitos y cuentos ecuatorianos.... solo encontré un escrito perteneciente a estas personas...
Este mito Huaorani relata el origen de la luna y sus manchas. La transformación del niño en luna ocurre como castigo por haber permitido que una persona no escogida entre en contacto con el hijo del sol. Las manchas costituyen las huellas de la transgresión, el pago de la culpa recae en el padre del niño, quien sufrirá tanta ira y dolor por la pérdida del hijo, que le inducirá a matar a su familia...Del Libro Cuentos y Mitos de Ecuador de María Aveiga del Pino
ORIGEN DE LA LUNA Y SUS MANCHAS...Mito Huaorani
Había dos hermanos que jugaban con Nenkeohuenga, el hijo del sol, transformado en una piedrecilla. Los hermanos lo trataban como si fuera su propio hijo. Cada atardecer, cuando volvían de la casa, jugaban con la bolita como si fuera una persona. Cuando amanecía, y antes de partir a la caza, la esconondían bajo las raspaduras de los virotes que dejaban junto a su hamaca y advertían a su madre:
-No barrerás donde está nuestra hamaca.
Pero un día, cuando los hombres salieron a cazar, la madre ordenó a su hija barrer debajo de la hamaca de los hermanos. La joven empezó a barrer y de pronto la sobresaltó el sonido del golpe de una piedrecilla contra los dientes. Se preguntó que sería aquello, pero la bolita penetró en su interior sin que ella se diera cuenta.
Cuando los cazadores regresaron por la tarde, vieron que el piso debajo de la hamaca estaba limpio.
Quien ha barrido? preguntaron
Su hermana lo hizo: estaba sucio -contestó la madre.
Le advertimos que no debería de barrer - conluyeron los hermanos, entristecidos porque sentían como si su propio hijo hubiese desaparecido, y se dijeron uno al otro:
-Esta noche, cuando nuestra hermana duerma, la golpeamos para que salga Nenkehuenga y poder tenerlo de nuevo.
Por la noche fueron hasta la hermana mientras dormía. Observaron que la bolita surcaba el corazón, luego pasaba por la garganta y llegaba hasta la boca. Ellos estaban listos para atraparla, pero en el momento que parecía que la piedrecilla iba a salir, la hermana despertó.
Los hermanos no lograban recuperar la bolita, y sufrieron intentando atraparla por varias noches. Hasta que la muchacha notó algo y dijo:
¿Quién me está moelstando? Si alguien viene de nuevo voy a pintarle la cara con huito. A la noche siguiente, los hermanos trataron de atrapar la bolita. Pero la hermnaa había depositado junto a la hamaca huito. Cuando un hermana se acercó a ella, le pintó la cara de negro. El joven escapó y al amanecer, junto con su hermano, fueron al río para que los peces borraran la mancha pero no lo consiguieron. Estuvieron así cinco días.
Mi cara no se limpia, no puedo regresar a casa. No puedo vivir así, me haré pequeño -dijo el joven.
Los hermanos se pusieron frente a frente y comenzaron a chocar sus pechos. A cada golpe, el hermano de la cara pintada se empequeñecía. Primero se hizo como un niño, luego como un bebé y finalmente se quedó del tamaño de la piedrecilla con la que jugaban. Pero antes de alcanzar esa dimensión le advirtió a su hermano:
- Cuando quede de ese tamaño, sópleme en el aire con la pucuná (cerbatana). Después regrese a casa, mire arriba y me encontrará en el cielo. Cuando me aparezca dirá a nuestro padre: viene nuestro hermano. Él me reconocerá.
Hermano Tohuei sopló fuertemente y el hermano convertido en bolita desapareció en el alto cielo. Los jóvene regresaron a casa y encontraron a sus padres muy preocupados.
¿Dónde esta mi hijo? -preguntó el padre.
-Se quedo recogiendo chambira. pero antes de que se oculte el sol vedrá -respondieron.
Cuando empezó a obscurecer los jóvenes salieron a ver a su hermano. La luna comenzaba a surgir y se la veía hasta la mitad. Entonces los jóvenes dijeron:
Ahí viene su hijo trayendo chambira.
-Por donde viene? ¿lo vieron? Parece que todavía no llega
-pregunto el padre observando el camino
Por allá viene caminando: mire hacia arriba -aconsejaron los jóvenes señalando el cielo.
El padre reconoció a su hijo en el cielo y pregunto:
¿porque enviaron a mi hijo al cielo?
No fue culpa nuestra sino de su hija. Nosotros teníamos guardado al hijo de Nenkeohuenga para que nadie lo tocara. Pues si alguien lo tocaba se convertiría en sol o luna. Al barrer la casa ha entrado en la boca de nuestra hermana. Nosotros queríamos sacarle mientras dormía, pero ella pintó la cara de nuestro hermano mayor. Él no podía vivir con esas manchas. No se atrevía a volver y prefirió ir al cielo -contaron los hermanos.
Por eso la luna tiene esas manchitas negras, porque su hermana le pinto.
El padre, lleno de ira y dolor, tomó una lanza y los mató a todos. Primero mató a su esposa, recogió su cuerpo y lo arrojó al río, y luego mató a su hija y a sus hijos. Después se arrepintió. sufría mucho y le faltaba la comida y la chicha. Pero más tarde soñó que recibía al hijo del sol y que podía volver a tenerlo .
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